San Alejo recibió homenaje de sus fieles y pueblo en general


Alirio Altuve Contreras CNP 14.666 CRGV 1054.

La veneración a San Alejo se debe a Pedro de Segovia, quien reuniera en su momento a todos los aborígenes de las diversas encomiendas del valle, para formar así el pueblo bajo la doctrina de San Alejo de Boconó en el año 1621.
En esta oportunidad la sociedad, fieles y pueblo en general, se dieron cita en el templo para asistir a la misa, que fue presidida por el Obispo Diocesano Vicente Hernández, el cual estuvo acompañado en esta celebración por los presbíteros, Tomás Espinosa, Oscar Olivares, Allender Hernández, José Magdaleno Álvarez, Raúl Ricardo Ramírez, Hermans Cano, Gustavo Apure, Claudio Riol y el párroco de San Alejo Mons. Guillermo Martínez. En la prédica el Pbro. José Gregorio Escalona que integra el equipo de formadores del seminario del Sagrado Corazón de Jesús, aparte de disertar brevemente sobre la vida del patrono de Boconó, hizo una apología de la iglesia y la religión católica, sus palabras en varias oportunidades arrancaron aplausos de los presentes en la homilía “la iglesia católica es, ha sido y será una luz para quienes quieran llegar al reino de los cielos, como fieles a ésta religión, somos devotos de diferentes advocaciones; San Alejo fue un hombre desprendido de las cosas materiales, dejó familia y riquezas sólo para seguir a Dios, pasó necesidades, hambre, pero fue fiel a los mandamientos. Su conducta es un vivo ejemplo para todos nosotros. Estos testimonios nos llevan a decir que nuestra iglesia está viva, que los católicos estamos convencidos, que vamos por el camino correcto. La iglesia lleva más de dos mil años en el mundo; en los últimos días la iglesia ha sido atacada, la iglesia somos todos y con la iglesia se mete no el que quiere, sino el que puede, es el momento de seguir orando para que en Venezuela cese la violencia verbal, el odio y nazca la armonía, el entendimiento y la sensatez, pidamos para que San Alejo nos guíe por el buen camino”.
Luego de la bendición final Mons. Guillermo Martínez se dirigió a los presentes “agradezco infinitamente la presencia de nuestro pastor, así como de los demás hermanos sacerdotes que vinieron a acompañarnos en esta celebración del día de San Alejo.
Muchas personas dieron lo mejor de sí, para hacer realidad esta festividad que año tras año nos convoca cargados de mucha emoción, pero sobre todo de mucha fe”.

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