Cementerio del Sur lleno de visitantes en el marco del día de los fieles difuntos

E/CS Yosmar Fernández Villegas/Fotos 28/10/2010/

***Con el paso del tiempo la pérdida de valores se evidencia en muchas circunstancias del día a día, no se escapa de esa realidad el día de los difuntos en el que el Cementerio del Sur se convierte en un verdadero mercado.

Desde el 28 de octubre hasta el 2 de noviembre día de los fieles difuntos, vendedores informales se instalan en las afueras del Cementerio del Sur como todos los años, sin embargo este año se puede observar desorden, gritos, vehículos con equipos de sonido en alto volumen, entre otros.

Este día especial para quienes tienen familiares en este campo santo, es amenizado por música de discoteca, lo que para muchos significa una falta de respeto hacia el dolor y recuerdo de sus seres queridos, teniendo que aguantar la situación mientras limpian los panteones de sus familiares, dejan velas y flores ante la mirada indiferente de todos los presentes y la ausencia de autoridades.

Ya es costumbre que el día de los difuntos familiares limpien sus tumbas

Por su parte, la mayoría de los que acuden este día al Cementerio del Sur de Boconó, hacen el esfuerzo de trasladar hasta las tumbas tobos con agua para facilitar la limpieza y se nota la preocupación por dedicar el día al mantenimiento de estos lugares, donde yacen en el sueño profundo sus seres queridos.

Según la edición de 1910 de The Encyclopedia Britannica, (tomo I, pág. 709) “El día de los difuntos es el día designado en la Iglesia Católica Romana para la conmemoración de los difuntos fieles. La celebración se basa en la doctrina de que las almas de los fieles que al tiempo de morir no han sido limpiadas de pecados veniales, o que no han hecho expiación por transgresiones del pasado, no pueden alcanzar la Visión Beatífica, y que se les puede ayudar a alcanzarla por rezos y por el sacrificio de la misa. Ciertas creencias populares relacionadas con el Día de los Difuntos son de origen pagano y de antigüedad inmemorial. Así sucede que los campesinos de muchos países católicos creen que en la noche de los difuntos los muertos vuelven a las casas donde antes habían vivido y participan de la comida de los vivientes”.

Esta práctica religiosa hacia los difuntos es bastante antigua. El profeta Jeremías en el Antiguo Testamento dice: “En paz morirás. Y como se quemaron perfumes por tus padres, los reyes antepasados que te precedieron, así los quemarán por ti, y con el «¡ay, señor!» te plañirán, porque lo digo yo - oráculo de Yahveh " (Jeremías 34,5) a su vez en el libro 2º de los Macabeos está escrito: "Mandó Juan Macabeo ofrecer sacrificios por los muertos, para que quedaran libres de sus pecados" (2 Mac. 12, 46); y siguiendo esta tradición, en los primeros días de la Cristiandad se escribían los nombres de los hermanos que habían partido en la díptica, que es un conjunto formado por dos tablas plegables, con forma de libro, en las que la iglesia primitiva acostumbraba a anotar en dos listas pareadas los nombres de los vivos y los muertos por quienes se había de orar.

San Odilón u Odilo en el 980, abad del Monasterio de Cluny, en el sur de Francia, añadió la celebración del 2 de noviembre como fiesta para orar por las almas de los fieles que habían fallecido, por lo que fue llamada "Conmemoración de los Fieles Difuntos".

Publicar un comentario

0 Comentarios