*Alexis
José Urbina Pimentel
En las últimas décadas en el contexto
latinoamericano, se han producido cambios importantes en el orden político y
social, los cuales, están directamente relacionados con el auge que tuvieron a
principios de la década del 2000, las ideologías cuyos postulados se orientan
hacia el pensamiento político de izquierda. Se debe recordar que en los
umbrales del milenio, surgieron gobiernos, con propuestas conceptuales que se
fundamentaban en el marxismo - lenilismo. No obstante, la praxis histórica
demostró que cada uno de ellos, se
encontraban disfrazados con otras denominaciones.
Como ejemplo, está el gobierno de Hugo
Chávez, que en el año 2000, se intentó acercar a lo que se denominó la Tercera
Vía, cuyo propulsor era el Primer Ministro Inglés Tony Blair. Se debe mencionar
que Chávez, en la medida que su gobierno avanzaba, fue girando su discurso
político hacia la izquierda recalcitrante, caracterizada por grandes dosis de
nepotismo, por la propensión hacia la autocracia, y por cierto grado de
populismo ideologizante.
A la par del gobierno de Chávez, otros
países latinoamericanos tendieron a girar políticamente hacia la izquierda, así
pues, en Brasil llegó a la presidencia el líder obrero Lula Da Silva. En
Argentina obtuvo la presidencia Néstor Kirchner, cuyas orientaciones
ideológicas eran de izquierda. Asimismo, en Bolivia ganó la presidencia el líder indígena Evo Morales,
mientras que, en Ecuador consiguió el poder el economista de ideas
izquierdistas Rafael Correa. Aunado a esto, Uruguay y Paraguay, tampoco escaparon a esta oleada del resurgimiento de la
izquierda. Todo esto trajo como consecuencia, que debido al poder económico que
mostraba Venezuela para la época, produjo como consecuencia que estos
presidentes se hicieran aliados políticos de Chávez, convirtiéndose
paulatinamente en rémoras de la economía petrolera venezolana.
Sin embargo, este intento de unificación
ideológica pretendido por la izquierda latinoamericana, se ha visto menguando,
por algunos hechos circunstanciales, como fue el caso del Presidente Zelaya en
Honduras, quien fue separado del gobierno, por medio de un proceso
constitucional ejercido por el congreso de ese país.
En la actualidad se está produciendo un
fenómeno político, en el que la izquierda está perdiendo espacios de manera acelerada. En esta desbandada, fue primero el gobierno
de Cristina Fernández, el que vio como perdía las elecciones en Argentina en
medio de grandes escándalos de corrupción. Mientras que, en Bolivia, Evo
Morales no las ha visto bien, pues no logró ganar el derecho a reelegirse,
además de verse inmiscuido en manejos oscuros y problemas de paternidad; no
obstante, una sentencia del Tribunal Supremo de ese país, le permitirá ser
candidato nuevamente.
Sin embargo, en Ecuador se produjo un
caso políticamente analizable, Lenin Moreno, quien a la luz pública, parecía
políticamente alineado a la izquierda liderada por Rafael Correa, - al asumir
la presidencia -, dio un giro de ciento ochenta grados, deslastrándose de las
ideas socialistas. Esta izquierda en retroceso, sufrió en Venezuela una derrota
aplastante en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre 2015. En Brasil,
la presidenta de ese país Dilma Rousself, fue separada del cargo, para ser
investigada por presuntos delitos de corrupción, para luego dar paso a Michel
Temer, quien se convirtió en el más grande ejemplo de lo que debe ser un
demócrata, al cumplir su digno y eficiente rol de presidente de transición en
el gigante suramericano. En consecuencia, todo este panorama político, hace que
se torne oscuro el futuro mediato de la izquierda en Latinoamérica, lo que hace
que todos los venezolanos de bien, aboguemos por una salida democrática, ante
la mega-crisis que estamos viviendo en los actuales momentos.
*Docente,
periodista y abogado
alexisven04@hotmail.com
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