El género femenino se dignifica con trabajo y esfuerzo todos los días

***El 8 de marzo se celebra el día internacional de la mujer para resaltar la labor del género femenino, que todos los días lucha incansablemente para enfrentar la vida dignamente y llenas de amor. Yosmar Fernández Villegas
El esfuerzo y trabajo de todos los días ha permitido que la mujer haya alcanzado el respeto del género masculino, que antiguamente impedía que estas se desenvolvieran en algunos roles considerados sólo para ellos. La mujer, cumple con su rol de madre, esposa, hermana, hija, trabajadora, estudiante, amiga. En muchos casos se desempeña como cabeza visible del hogar siendo responsables, incansables, luchadoras, emprendedoras, valientes y amorosas. Mujeres del Jardín de Venezuela Zoraida Contreras Bastidas atiende desde hace 10 años la venta de hallacas heredada por su mamá Ángela Contreras en la esquina de la calle Bolívar con 5 de Julio y recuerda que antes eran vendidas a locha “esto lo inició mi madre, ella las hace y yo aprendí de ella, hacemos de carne, de pavo o de cochino y los ingredientes se compran al mayor para que pueda dar resultado, porque si no las ventas no dejan nada, esto lo hago porque no hay fuentes de trabajo, por mamá y mis dos hijos, porque mi esposo me abandonó con los niños muy pequeños”. Zoraida Contreras se siente orgullosa de su trabajo y piensa que la sazón de su mamá es el secreto de las ventas. Por otra parte la empresaria Josefa Briceño tiene su propia empresa y piensa que la mujer está capacitada para muchas cosas “soy madre, esposa, trabajador y eso representa muchos esfuerzos, pero hay tiempo para todo, y a las mujeres que no tienen trabajo les digo que no se decaigan, que no se depriman que siempre hay una oportunidad para echar adelante, las oportunidades no son sólo para los hombres, las mismas oportunidades que hay para ellos, las hay para nosotras las mujeres, lo que hay es que luchar, tener constancia, perseverar, ganas y fuerza de voluntad”. Finalmente una mujer querida por muchos hombres y mujeres que fueron servidos por Damiana Villegas, conocida cocinera de la Escuela Monseñor Mejía cuenta parte de su historia “comencé trabajando en el hotel Italia, luego en el hotel Venecia, he lavado y planchado para ganarme la vida y poder pagar una tierra para poder darle un hogar a mi hija. Trabajé en el comedor de la Monseñor Mejía, lo más satisfactorio es cuando la gente me recuerda en la calle y lo que le digo a las mujeres es que uno debe luchar en la vida por la familia honradamente, debe ser responsable con su trabajo, porque cumplir honradamente es lo más importante”.

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