A quién no le gusta comer rico?


Autora: Dra. Elsy M. Berti

Coordinadora General del Servicio de I.T.S, Programa VIH/SIDA, Médico Coordinador de la Consulta Adolescente y Directora del Club Adolescente del ASIC Boconó del Municipio Boconó. Estado Trujillo.

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DICIEMBRE 2020

Comer rico es importante para todos y consiste en mantener una alimentación balanceada y saludable, es decir, una dieta que incluya todos los grupos alimenticios adecuada para cada individuo en las etapas de la vida en desarrollo. Mientras que un régimen alimenticio se centra en restricciones de ciertos alimentos para lograr un objetivo. Los alimentos deben proporcionar nutrientes necesarios para mantenerte sano, bien y con energía; para ello debes incluir en la dieta las proteínas, los carbohidratos, las grasas, el agua, las vitaminas y los minerales. 

De la misma manera, la Organización Mundial de la Salud (OMS) enumera y menciona dentro de los trece (13) desafíos; detener las enfermedades infecciosas, proteger a los adolescentes del VIH, el suicidio, las infecciones de las vías respiratorias inferiores y la violencia interpersonal que muy bien pueden ser desarrollados en otro momento. La temática para este artículo es el séptimo (7mo) desafío de la salud mundial en esta década con el título: “Asegurar alimentos y productos saludables para todos”. En el mismo orden de ideas, la OMS estipula que los hábitos alimentarios comienzan desde los primeros años de vida, siendo lo primordial la lactancia materna la cual favorece la inmunidad, crecimiento y desarrollo integral del individuo. Posteriormente reduce el riego de sobrepeso y obesidad.

 Asimismo, la ingesta calórica debe estar equilibrada con el gasto calórico para evitar el sobrepeso; las grasas no deberían superar el 30% de la ingesta calórica total. Por otra parte, limitar el consumo de azúcar menos del 10% un hábito difícil para formar pero es seguro que mejora los beneficios en cuanto a la alimentación se refiere. Otro de los obstáculos que se enfrenta a diario a la hora de preparar los alimentos y aun después de la cocción es el consumo de sal el cual debe permanecer según la organización nombrada por debajo de 5 gramos diarios (menos de 2 gramos de sodio por día). Para nadie es un secreto que disminuir en consumo de sodio ayuda a prevenir considerablemente el riesgo de padecer hipertensión arterial, cardiopatías y accidente cerebrovascular en la población adulta.

 Es tan importante lo mencionado anteriormente que los miembros de la OMS acordaron reducir el consumo de sal en la población general en un 30% para el año 2025; así como, detener el aumento de diabetes y obesidad tanto en adultos como en adolescentes, sin olvidar la reducción de sobrepeso en la población infantil. Para ayudar con el cumplimiento de estos retos no se necesita una varita mágica, se necesita del conocimiento adecuado y prematuro de cada una de las personas que habitamos este planeta y la responsabilidad de los gobernantes a la hora invertir en recursos suficientes. Tal y como lo expresa el director de la OMS Tedros Adhanom Gebreseyus (2019) “No solo hay una diferencia de 18 años en la esperanza de vida entre los países ricos y pobres, sino una marcada brecha dentro de los países e incluso dentro de la ciudades”.

La vida es igual a evolución por ende, la alimentación evoluciona en conjunto influyendo diversos factores que interactúan e inciden de manera compleja, determinando los modelos dietarios personales como los ingresos, la inflación o subida de precios de los alimentos, las preferencias; según la cultura, tradición, geografía y contexto. Todo lo nombrado anteriormente enmarcada dentro de un margen gubernamental responsable que promueva la participación de diferentes sectores, fomenta una dieta diversificada, equilibrada y sana para cualquier población que permita mantener la dieta en el tiempo.

¿Lo conoces?

 El trompo alimenticio es una versión venezolana de la pirámide tradicional, presentada en una campaña de Instituto Nacional de Nutrición de Venezuela, el mismo representa los grupos alimenticios con las proporciones adecuadas a la población. Este esquema fue creado en el año 2007 para reemplazar al viejo patrón de referencia, recuerdan al ¿Trébol de los grupos básicos de alimentos?, creado también por el Instituto Nacional de Nutrición y que se mantuvo vigente hasta el año 1993. 

Es un esquema a mi parecer bastante organizado y práctico, además de ser dinámico y muy divertido para la población infantil primordialmente. Así pues, se desprende del mismo la franja amarilla que representa los carbohidratos: cereales, granos y tubérculos indispensables para la producción de energía y suministro de vitaminas del complejo B, además de calcio y fibra. Por otro lado, la franja verde importante para el buen funcionamiento del organismo caracterizado por verduras, frutas, vitamina A, C y algunos minerales. Seguidamente, la franja azul que incluye las proteínas; derivados de la leche de vaca, carnes, huevos y todos los demás alimentos preferenciales y necesarios que encajan dentro de esta franja.

Un eslabón que no pasa desapercibido es la franja gris; la cual comprende los azúcares, alimentos dulces como la miel, la panela, la leche de almendras y el chocolate. Mientras que, en el grupo de la franja naranja se observan las grasas como el aceite, la mantequilla y la mayonesa; en este fragmento es importante recordar que los aceites vegetales y las grasas deben ser consumidos en pequeñas cantidades. En esta franja también se incluye la margarina y el aguacate por su contenido de grasas. Para finalizar, la representación del cordón azul, el cual es el agua indispensable para la vida y el consumo (8-12 vasos con agua diariamente). 

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