La crónica menor/LAS NUEVAS HIPOCRESIAS


Mons. Baltazar Enrique Porras Cardozo

En Cataluña acaban de prohibir las corridas de toros. La razón: defensa de los animales ante la crueldad del ser humano. ¿Qué otras razones más veraces estarán detrás? Porque si no, habría que preguntarse porqué vemos sin remordimiento alguno las ventas de pollos asados, los carritos de hamburguesas, las pescaderías, las crías de cochinos…No va acaso en contra del habitat natural tener en un apartamento perros, gatos, pájaros…Y, ¿no son un adefesio las peluquerías veterinarias? ¿Quién ha visto en la selva o en el campo estos centros de belleza para animales?

Cuando el ser humano se propone justificar algo, inventa con suma facilidad, razones éticas que encierran otros intereses. Esto se hace cada día más común en sociedades donde el poder y el dinero pretenden constituirse en los formadores de las conciencias de los aparentemente ingenuos ciudadanos a los que se quiere gobernar como borregos.

Rasgarse las vestiduras por la foto espeluznante de una morgue en condiciones infrahumanas, a nombre de la salud psíquica de niños y adolescentes que se pueden traumatizar para toda la vida, es una muestra de lo que venimos afirmando. Porqué no se tiene la misma solicitud inquisitorial por los niños que son asaltados en la calle o ven a sus padres secuestrados, malheridos o muertos por el hampa desatada que pone a Venezuela a la cabeza de las rojas estadísticas de muertes violentas. ¿No atenta esto, mucho más, contra la salud de niños, adultos y ancianos?

Dejar podrir alimentos y encima tapar semejante desaguisado, restándole importancia o achacándolo a propaganda desastibilizadora, ¿no es un crimen, un abuso, pura y simple corrupción que, al parecer, no le quita el sueño ni la tranquilidad a ninguna autoridad?

El evangelio manda ver primero la viga en el ojo propio antes que la brizna de paja en el ajeno. Pero, además, añade: con la misma vara con que midas, serás medido. La justicia, la equidad, la verdad pasan por valores, virtudes, más profundos y sentidos, ya que afectan a todos por igual. Los diputados de la Asamblea Nacional no vacilaron un instante en interpelar al Cardenal Urosa porque afirmó lo que pocos días después reafirmó el vetusto Fidel Castro: el socialismo del siglo XXI es puro y rancio comunismo como lo ha llevado durante medio siglo en la isla de la felicidad y como fue en la desaparecida URSS!

Fernando Savater, filósofo nada sospechoso de defender ideologías imperialistas, llama a estos catones de hoy, puritanos cátaros, nuevos inquisidores, lobos con piel de corderos. Es decir, hipócritas, sepulcros blanqueados, como los que denigran del uso de los celulares por tratarse de adminículos capitalistas!
Los caminos de la auténtica igualdad, del amor al prójimo como a uno mismo, y la centralidad del ser humano sobre el resto de la creación, van por otros derroteros. No nos engañemos ni pretendamos engañar a los demás; eso es simple y pura hipocresía.
36/ 14-8-10 (2976)

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