***Toda acción que hagamos por el semejante siempre tendrá su recompensa y más aún cuando esa actividad busca fortalecer los valores cristianos y humanos a través de la evangelización.
Alirio Altuve Contreras CNP 14.666 /
Isaura Betancourt debemos educar en valores cristianos /
Con mucho entusiasmo Isaura Betancourt expresa “el trabajo de catequista lo hago por amor al prójimo”, ella es oriunda de Altamira, parroquia San Rafael Arcángel de San Rafael. Esta labor de preparar a niños, niñas y adolescentes para primera comunión y confirmación, la viene desempeñando desde hace tiempo en esta zona del municipio Boconó “ya tengo seis años como catequista, me siento muy contenta por el trabajo que vengo haciendo, ha sido un tiempo de preparación, superación personal y espiritual. Mis inicios fueron en la parroquia San Miguel, cuando era párroco el padre Argenis Torres, él me orientó para que yo asumiera este compromiso que hoy tengo y del cual he obtenido muchas alegrías y conocimientos. Después de cierto tiempo comencé a trabajar como catequista bajo las orientaciones del padre Allender Hernández, todo se ha venido cumpliendo satisfactoriamente”.
Cristo centro de toda acción
Comenta Isaura Betancourt que todas sus acciones se las encomienda a Jesucristo por quien profesa una gran fe “quienes somos católicos debemos cifrar en él nuestras esperanzas, confiarle nuestros sufrimientos y necesidades, Jesucristo es el amigo que nunca falla, en mis charlas con niños y jóvenes, le hablo de Jesús, de su amor por nosotros que lo llevó a morir en la cruz, siempre les digo que sus enseñanzas y mensajes los encontramos por medio de las lectura de la biblia en los hechos de los apósteles”.
El hogar es sinónimo de escuela
“En nuestras comunidades tenemos familias consolidadas que viven bajo los preceptos de nuestra religión católica y otras que por distintas causas, no está presente el papá o la mamá, lo importante es que los hijos crezcan educados sobre la base de buenos valores, a veces no se ocupan de inscribirlos en el catecismo, poco se ocupan de estas actividades, no son todos, pero queremos que sus hijos reciban las orientaciones cónsonas con el momento que viven, donde a veces hay muchas tentaciones que perjudican el espíritu y el cuerpo. Por eso en las reuniones con padres y representantes les decimos que nos apoyen en nuestra acción como catequista, que ellos también se conviertan en multiplicadores de las actividades que hacemos, para lograr los objetivos propuestos”.
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