Hoy en día la cuenta @ReporteYa cuenta con 558 mil seguidores y más de 464 mil publicaciones. Considerando que no se trata de un medio tradicional ni posee periodistas ancla que funcionen como marca, esta iniciativa se encuentra en los rankings de las cuentas de Twitter más seguidas en Venezuela y genera una interacción diaria con otras plataformas y líderes de opinión.
El periodismo en América Latina es un espacio de libertad y refugio, que tiene su origen al mismo tiempo que la formación de las repúblicas. Casos como el Correo del Orinoco en Venezuela, fundado por Simón Bolívar en 1818, en pleno proceso emancipador; así como los casos de la Aurora de Chile o El Pensador Mexicano, recuerdan la íntima relación que existe entre la prensa y ese largo camino de altas y bajas en nuestro desarrollo.
En la actualidad, los periodistas siempre tienen —o deberían tener— un mayor valor, especialmente cuando se atraviesa por contextos de pobreza, hambre y persecución política. Se trata de un faro que alumbra en el medio de la bruma de mentiras y complicidades de los factores de poder. A medida que avanza el impulso de una sociedad globalizada, no solo los ciudadanos tienen mayores alternativas para informarse; también los gobiernos adquieren nuevas formas de controlar la información y limitar la libertad de expresión.
Sin embargo, en los momentos de mayor presión, la condición humana se reviste con ideas innovadoras e invenciones, no solo para salir del pensamiento de caja o buscar mayores comodidades, sino para alcanzar la libertad en todas sus dimensiones.
En Venezuela, la tradición republicana de un periodismo libre e independiente se junta con esa necesidad de innovar para enfrentar un contexto deprimente y deshumanizador. En esta mezcla nacen nuevos movimientos. Surgen criaturas nunca antes vistas, que vienen a cumplir un rol primordial, en no solo informar a una población diezmada, sino mantener el tejido social y la conciencia ciudadanía.
Mencionaré un caso paradigmático de un nuevo tipo de periodismo que surgió en Venezuela por las necesidades informativas e inclusive básicas de los ciudadanos. Se trata de la cuenta de Twitter @ReporteYa, una iniciativa que nació en el año 2010 por parte del diario El Nacional. Ante la avanzada censura creada por parte del gobierno de Hugo Chávez, luego del cierre del canal Radio Caracas Televisión (RCTV), en 2007, se buscó generar un nuevo tipo de periodismo.
Ante las carencias de la libertad de prensa dentro del contexto venezolano, la plataforma de Twitter se convirtió rápidamente en el principal referente de comunicación digital, especialmente por su efecto de propagación inmediata, a través del retuit.
Los periodistas de @ReporteYa idearon una plataforma digital alimentada por infociudadanos, previamente capacitados en las competencias básicas de la función reporteril y distribuidos en diferentes regiones del país. El objetivo era conformar un equipo descentralizado de ciudadanos con la capacidad de informar sobre aquellos acontecimientos incivilizados por los medios tradicionales y el Estado.
Esta iniciativa tuvo un inicio incipiente y el crecimiento orgánico de la cuenta de @ReporteYa fue muy lento. Parecía ser otra iniciativa social con buen enfoque, pero sin mayor transcendencia dentro de la sociedad. Sin embargo, el deterioro económico, social y político reactivó esta plataforma de manera inesperada.
Para febrero de 2014, una explosión de protestas estudiantiles y políticas contra el gobierno de Nicolás Maduro transformó un contexto ya deteriorado en un escenario de represión, censura y muerte. A nivel informativo, se formó un nuevo punto de inflexión. El 12 de febrero de ese año se sacó de manera arbitraria la señal del canal NTN24 —del grupo colombiano RCN— por informar sobre los hechos de represión acontecidos en la ciudad de Caracas. Con el efecto ejemplarizante de esta medida, en los meses siguientes los medios de comunicación tradicionales informaron parcialmente sobre la situación del país.
Frente a esta barrera informativa, los ciudadanos, especialmente los jóvenes y estudiantes, se abocaron al uso de las redes sociales como plataforma de difusión de las manifestaciones y la represión ejecutada por parte del Estado. Se trató de un escenario de persecución y represión, no conocido por la historia reciente en Venezuela. Los medios de comunicación resultaron impotentes ante aquellos dramáticos eventos. En cambio, las plataformas digitales cada vez cobraron mayor auge. Es en este escenario donde el trabajo paulatino de formación de infociudadanos por parte de @ReporteYa empezó a rendir frutos.
En diferentes partes del país, estos ciudadanos preparados durante los cuatro años de existencia de la plataforma digital para aquel momento, empezaron a informar sobre la situación de las protestas, la represión o las muertes en las distintas regiones de Venezuela. Solo se necesitaba tuitear utilizando la etiqueta #ReporteYa y los periodistas administradores de la cuenta de Twitter replicaban esta información, detallando la fecha, hora y lugar. Esto permitió tener una visión más amplia, sobre la situación que atravesaba el país.
A pesar de las amenazas por parte del gobierno hacia esta cuenta, bajo acusaciones de ser promotores de la violencia y el terrorismo, esta plataforma siguió funcionando como un canal, donde se podían transmitir mensajes sin la censura oficial.
Desde 2014 hasta 2018, el escenario político y social de Venezuela sufrió diversos quiebres sociales; las protestas por agua, medicinas y comida se multiplicaron a un ritmo exponencial. Por otro lado, los medios de comunicación digital se convirtieron en una plataforma de atención y auxilio. En ella, pacientes con enfermedades terminales, víctimas de la delincuencia y oprimidos políticos intercambian información importante para el resguardo, protección o prolongación de sus vidas.
Hoy en día la cuenta @ReporteYa cuenta con 558 mil seguidores y más de 464 mil publicaciones. Considerando que no se trata de un medio tradicional ni posee periodistas ancla que funcionen como marca, esta iniciativa se encuentra en los rankings de las cuentas de Twitter más seguidas en Venezuela y genera una interacción diaria con otras plataformas y líderes de opinión.
A diferencias de las tendencias globales, la innovación del periodismo en Venezuela está vinculada a la necesidad de superar el cercenamiento de la libertad de expresión que sufren los ciudadanos. No se trata tanto de un cambio en la forma de presentar los contenidos, sino la utilidad de la información que se transmite. Por esa razón, hoy la labor de la cuenta @ReporteYa no solo es un servicio informativo, sino de apoyo social que busca mantener los canales de comunicación dentro de una sociedad, marcada por la contingencia, cortes de los servicios públicos y crisis económica.
En países cuyos contextos sean similares al de Venezuela, se puede tomar como ejemplo esta buena e innovadora práctica. La pregunta que se debe plantear en este tipo de escenario se basa en cómo resulta útil la labor periodística dentro de una sociedad que se apaga lentamente.
Por otro lado, desde la visión de los países que tienen una estabilidad adecuada y la libertad de expresión goza de buena salud, también se puede tomar este caso como ejemplo de una comunicación horizontal, donde los ciudadanos y los periodistas se encuentran en un cambio constante de roles, entre emisores, canales y receptores. Esto puede ser especialmente útil para combatir los “fake news” y la desinformación.
Así como se comentó al inicio de este artículo, que la prensa y el desarrollo de nuestros países de América Latina tienen un origen en común, se puede esperar que en la medida que el ejercicio del periodismo resista los embates de los actores que abusan del poder, también en esa medida quedará la esperanza de seguir construyendo un futuro, bajo un régimen democrático y abierto.
Pinos
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Me alegra saber que logré recuperar este archivo. La nostalgia me envuelve
al recordar enero de 1996 en el Hospital Rafael Rangel de Boconó, mi
querido ...
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