La censura, la autocensura y el periodismo acomodaticio.

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En nuestro país en los últimos veinte años se han visto una gran cantidad de cambios en cuanto a las maneras de transmitir información por parte de los medios de comunicación tradicionales, -bien sean escritos, radiales o audiovisuales-. Una vez promulgada la ley  RESORTE, la libertad de expresión ha sufrido consecuencias nefastas.

En primera instancia, se puede mencionar la censura, que no es otra cosa que la aplicación de la mano dura por parte de los entes del gobierno, a través de diversas formas, como es el caso de la presión sobre los periódicos, las emisoras de radio y las plantas televisivas. Uno de los modos actuales de censura, es la venta condicionada de papel periódico, en la cual se privilegia a los dueños de periódicos afectos al gobierno. Asimismo, otra expresión de la censura es el cierre de emisoras radiales y plantas televisivas,- siendo la más emblemática el cierre de Radio Caracas Televisión.

En cuanto a la autocensura, se puede indicar que es la expresión más visible del miedo a ejercer libremente la profesión del periodismo. Fíjense bien, un medio de comunicación se autocensura cuando las informaciones que pública a través de su instrumento comunicacional, lo hace sin dar completa la información, lo cual, es consecuencia, del miedo a que se le cierre el medio.

El periodismo acomodaticio, es quizás la más peligrosa manera de trasmitir informaciones, puesto que, que el mismo consiste, en que los periodistas o licenciados en comunicación social, buscan la manera de acomodar la información, -es un poco hacerse los disimulados ante la gravedad de la situación del país-, para que los funcionarios de gobierno no se incomoden. En consecuencia, es una manera de asegurarse algún tipo de trabajo, -quizás hasta alguna dadiva gobiérnera-.  

Ahora bien, ¿por qué digo que es la más peligrosa manera de transmitir informaciones?. Puesto que, la respuesta es muy simple, me resisto a creer que una persona con estudios de pregrado y en algunos casos de post-grado, no tenga la capacidad mental para darse cuenta, cual es el sistema de gobierno que impera en Venezuela.

Mientras que, para saldar el entuerto informativo, se busque a dios por los costados, sin ir verdaderamente al meollo del asunto. Es como preguntarse ingenua  y acomodaticiamente ¿Por qué no funciona el sistema eléctrico?, ¿Por qué el gas licuado no llega con regularidad?, ¿Por qué el internet no sirve?, ¿Por qué no se recogen los desechos sólidos con la periodicidad que se hacía anteriormente?, ¿Por qué el salario no alcanza para satisfacer las más elementales necesidades?, ¿Por qué más de cinco millones de venezolanos han optado por irse del país?, ¿Por qué existen largas colas de gasolina?, ¿Por qué el cemento no se encuentra disponible en las ferreterías, sino a través de intermediarios?, ¿Por qué se descarrila un tren del metro de Caracas? y para usted de contar amigo lector. Lo grave de este tipo de ejercicio periodístico, es que se coadyuda a que un régimen autocrático se siga perpetuando en el tiempo.     
Alexis José Urbina Pimentel
Periodista, abogado y docente.


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