***El aprendizaje genera una huella que no es más que la información contenida en la memoria y que permite que se recupere la información a través del recuerdo.
Yosmar Fernández CNP 19.899
Para muchos estos recuerdos no son posibles, porque la huella no se fijó de manera consistente, bien sea por razones de tipo psicológicas y/o por razones neurológicas orgánicas propias de la edad o del deterioro cognitivo, por lo que es importante determinar las razones de los olvidos para poder abordarlos.
Una de las razones de los olvidos es la falta de oxigenación cerebral y una buena alimentación, puesto que esto pudiera estar interfiriendo en la acción neurológica, y para determinarlo es necesaria una valoración médica.
Otras razones de los olvidos, son las psicológicas, una puede ser la falta de interés en el tema al momento de registrar la información o la falta de atención, tomando en cuenta que cada quien presta mayor atención sobre los elementos que más le interesan.
Es decir, algunos elementos de una situación en particular pueden haber quedado en la memoria, mientras que otros pudieron haber quedado en el olvido. Cuando a una persona le llama la atención la naturaleza y visita un parque, probablemente recuerde más el sonido de los pájaros y la calidez de la brisa, que la presencia de la gente o los ruidos de la ciudad.
Por esto no puede pensarse que está ocurriendo un deterioro cuando no se recuerdan cosas que no son del interés, sin embargo para saberlo, se recomienda una evaluación que lo determine.
Por otro lado, los recuerdos y uso de información almacenada puede reforzar la huella, pero cuando una información almacenada no se utiliza periódicamente, puede comenzar a desvanecerse en forma natural, sobre todo porque la memoria va haciendo uso de sus potencialidades con la información que más utiliza el individuo, al deducir que es la más necesaria para él.
El estrés por su parte puede causar un deterioro en la cognición y sus funciones, siendo la más afectada, en muchos de los casos la memoria, por esta razón es importante generar un ambiente relajado para nuestras funciones cognitivas, haciendo uso de la meditación y otros elementos de higiene mental.
Finalmente la demencia senil y el alzhaimer son psicopatologías que presentan un compromiso orgánico de deterioro que conlleva igualmente al deterioro progresivo de las funciones cognitivas, afectando mayoritariamente a personas de la tercera edad y que no han tenido un uso constante de sus funciones mentales.
Recomendaciones:
Hacer uso de las funciones mentales, desarrollando actividades que le permitan poner en práctica sus conocimientos.
Leer, estudiar y mantener la mente activa, para lo cual puede hacer uso de crucigramas, rompecabezas, y otros juegos o elementos que obligan a pensar y usar sus habilidades mentales.
Ejercite su mente como ejercita su cuerpo. Use vías distintas a las habituales para ir al trabajo o a la escuela, use la mano contraria a su lateralidad para peinarse o abrocharse la ropa, haga ejercicios de movimientos en secuencia, practique leer al revés.
Intente generar pensamientos positivos y evalúe sus pensamientos distorsionados, confrontándolos con la realidad para disminuir su validez.
Establezca pautas diarias que le permitan minimizar el estrés, como por ejemplo incluir actividades al aire libre, deportivas o de entretenimiento con sus familiares.
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